Nuestro consejo es que las futuras mamás no se sometan a un tratamiento de depilación láser durante el embarazo. No es que sea peligroso, pero se debe a que las hormonas no están estabilizadas durante esta etapa y puede provocar efectos no deseados como que el láser sea menos efectivo o reaccione de una manera diferente a la que esperas. Te recomendamos que comiences o continúes con el tratamiento láser más adelante, cuando tu cuerpo recupere el nivel de hormonas habitual. Puedes consultarlo también con tu médico de cabecera o ginecólogo para obtener mayor información al respecto.